sábado, 19 de junio de 2010

QUIZAS SI VOY A MISA

Subía un día a la colina de mi pueblo. Un lugar donde poca gente acudía, no tenía grandes vistas, ni flores, ni fauna. ¿Cual fue mi sorpresa cuando llegué a la cima? Iba a sentarme en mi roca favorita, cuando descubrí que ya había alguien sentado en ella. Me acerqué cautelosamente, viendo a una persona mayor, pelo blanco, barba blanca; observé su atuendo y sin miedo llegué hasta él y le saludé
"Buenos días hermano" Se giró y me miró sonriendo. Una sonrisa que jamás había visto en mi vida. "Hola me llamo Carlos", le dije. Me extendió la mano y respondió: "Hola, yo soy Dios".
"¡Anda ya!" -dije yo-"¿Y que hace Dios aquí, si se puede saber?".
"Estoy mirando mi creación, a la gente, sus penas, sus glorias, su lucha de día a día para salir adelante".
"Bueno-dije yo- no se si te has enterado, pero el mundo está bastante mal, por no decir que está hecha una mierda. Hay tanta injusticia, tanto crimen. Hay tanta gente buena que sufre, en este mundo tuyo, y además siguen yendo a la iglesia".
"En fin hijo, lo primero no me asocies con la iglesia, eso no tiene nada que ver conmigo, es cosa vuestra. Pero si hijo, te doy la razón, el mundo da un poco de asco hoy en dí. ¿Qué quieres que haga yo? ¿quizás te gustaría otro diluvio universal? o ¿una plaga de esto o lo otro? No, yo creé al hombre para tomar sus propias decisiones. Me conformo con observar, no te puedo negar que en general, la humanidad me ha defraudado; esperaba más de ellos, pero ha habido y han hecho cosas hermosisimas, tan bellas que no yo, Dios, las hubiera imaginado y por eso me fascinan. Sois capaces de lo más vil y de los más bello al mismo tiempo. Sois unas criaturas ralemnte contradictorias. Creo que es por eso, que os quiero tanto y nunca os abandonaré"
"Todo esto que dices es muy bonito, pero ¿me podías dejar dinero para tomarme un cubata?". El hombre Dios, había desaparecido.
"¡Joder!- pensé yo- un cubata no era para tanto, quizás si voy a misa..."

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