sábado, 19 de junio de 2010

EL VIEJO

Paseando por el camino del pueblo, me encontré con un hombre. "¡Bendito seas, hijo mío!" me dijo. Me paré al ver a un viejo con vaqueros y camisa del tiempo de mi abuela. "¿Porqué me dices eso?" pregunté.

"Hijo mío, ¿no me conoces? ¡Soy Dios!"
"¡Vaya!- dije- ¡Eres un cabrón y un desgraciado!- y seguí mi camino dejándole atrás. Me volvió a decir: "¿Y tú te crees muy listo, no? A ver si tu lo hubieses hecho mejor, ¡capullo!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario