sábado, 19 de junio de 2010

¡UN DIA FELIZ!

Tenía treinta y pocos años cuando me desperté una mañana. El tiempo era bueno, el solo brillaba como nunca, el cielo un azul de película. Pensé ¡que feliz estoy! Mi novia vive en el pueblo de al lado, tengo tres títulos universitarios; la nevera está llena, no debo nada a nadie. ¡Que grande es la vida, cuando se cree en Dios! Cogí la navaja de afeitar y acabé con todo.

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